¿Qué es la cláusula suelo? Descubre cómo te afecta y cómo eliminarla

cláusula suelo

¿Tienes una hipoteca a tipo variable y has escuchado hablar de la cláusula suelo? Seguramente te suene como algo negativo que los bancos “colaban” en los contratos. En este artículo te vamos a explicar, clarito y al grano, qué es la cláusula suelo, cómo funciona, cómo afecta a tu cuota mensual y, lo más importante, qué puedes hacer para eliminarla y recuperar tu dinero. No te preocupes, estamos aquí para ayudarte a entenderlo todo paso a paso, sin tecnicismos legales complicados. ¡Vamos allá!

El suelo hipotecario: ¿qué es y cómo funciona?

La llamada cláusula suelo, también conocida como suelo hipotecario, es básicamente un tipo de interés mínimo en tu hipoteca. Es decir, el banco establece un porcentaje mínimo que siempre tendrás que pagar de interés en tu préstamo, aunque el índice al que está referenciada tu hipoteca (normalmente el Euríbor) esté más bajo. En otras palabras, es un “suelo” por debajo del cual no baja tu tipo de interés, por mucho que bajen los tipos en el mercado.

Te lo contamos con un ejemplo sencillo para que se entienda mejor. Imagina que tienes una hipoteca variable con un interés de Euríbor + 1%. Si el Euríbor está al 0%, lo lógico es que tu interés fuera del 1%. Pero si tu contrato tiene una cláusula suelo del 3%, da igual lo bajo que esté el Euríbor: seguirás pagando un 3% de interés mínimo. El banco se asegura así un interés fijo aunque el Euríbor caiga. ¿Resultado? Tú no te beneficias de esas bajadas de tipos, siempre pagas un mínimo acordado. Por ejemplo, supón que sin cláusula suelo pagarías un interés del ~1% (Euríbor + diferencial), lo que serían, digamos, 400€ de cuota. Con un suelo del 4%, tu interés nunca baja de ese 4%, y podrías acabar pagando quizás 570€ al mes. ¡Son más de 170€ de diferencia cada mes, un buen pellizco! (De hecho, en un caso real podrías pagar unos 2.000€ extra al año, solo por culpa de la cláusula suelo).

¿Por qué se llama “suelo”? Pues porque establece ese mínimo, ese límite por debajo del cual tu interés no baja. Muchos bancos la incluyeron en las hipotecas durante años en que el Euríbor estaba alto, para protegerse de futuras bajadas. También ofrecían a veces un “techo” (un máximo de interés si el Euríbor subía mucho), pero te digo la verdad: esos techos eran normalmente tan altos que era casi imposible llegar a ellos. Así que el techo no te protegía realmente de nada, y el suelo hipotecario sí que te fastidiaba cuando los tipos bajaban. Menuda jugada, ¿no?

¿Cómo afecta el suelo hipotecario a tu cuota mensual?

El suelo hipotecario afecta directamente a tu bolsillo cada mes. Impide que tu cuota baje cuando los intereses del mercado bajan, así de simple. Esto significa que pagarás más dinero en tus cuotas mensuales de lo que te tocaría sin esa cláusula. Veamos cómo te puede afectar en la práctica:

  • Pagos mensuales más altos: Si el Euríbor se desploma (como ocurrió a partir de 2009), tu cuota debería bajar… pero con cláusula suelo no lo hace. Por ejemplo, en lugar de bajar del 3% al 1% de interés, tu hipoteca se queda clavada en ese 3% mínimo. Así que, mes tras mes, puedes estar pagando decenas (¡o incluso cientos!) de euros de más al banco. Ese dinero extra son beneficios para el banco y pérdidas para ti.
  • Nunca disfrutas de tipos bajos: Con una hipoteca normal a tipo variable, si la economía va mal y bajan los tipos, tú pagas menos y te alivias un poquito. Con la cláusula suelo, ese alivio nunca llega, porque tu cuota no caerá por debajo del suelo fijado. En los años en que el Euríbor estuvo casi en 0% (incluso negativo), mucha gente siguió pagando intereses del 2.5%, 3% o más por culpa del suelo. En resumen: aunque el mercado esté a tu favor con tipos bajos, tú sigues pagando una cuota más alta debido a este límite impuesto.
  • Coste total mayor de la hipoteca: Como consecuencia de lo anterior, a lo largo de los años terminas pagando mucho más interés del que te habría tocado. En muchos casos, los afectados han abonado miles de euros de más en total por culpa de esta cláusula abusiva. Duele, ¿verdad?

Y ojo, para más inri: si los tipos suben, tú sí que los sufres al 100%. Es decir, la cláusula suelo no te protege de subidas, solo te impide aprovechar bajadas. Un desequilibrio en toda regla… Vamos, que el banco juega siempre a su favor. Por eso esta cláusula es tan polémica y muchos la consideran abusiva.

¿Cómo saber si tengo cláusula suelo?

Llegados a este punto, quizá te estés preguntando: “Vale, suena fatal… ¿pero cómo sé si mi hipoteca tiene cláusula suelo?” No te preocupes, vamos a averiguarlo juntos. Hay un par de formas de comprobarlo:

Revisa la escritura de tu hipoteca

La manera más segura es leer detenidamente la escritura de tu préstamo hipotecario (sí, ese tocho de papeles que firmaste el día de la firma, que probablemente tengas olvidado en un cajón). Ahí, en la parte de condiciones financieras o de tipo de interés, debería venir si existe algún límite inferior. Importante: es posible que la palabra “cláusula suelo” como tal no aparezca*. Los bancos a veces la camuflaban con otros nombres más técnicos. Por eso, busca expresiones como: “el tipo de interés no podrá ser inferior al X%” o “límite a la variabilidad del interés” o “tipo de interés mínimo”. Son maneras elegantes de decirte que tienes un suelo.

Por ejemplo, podrías encontrar en tu escritura frases del estilo: “el interés ordinario no podrá ser nunca inferior al 3% nominal anual” o “el tipo de interés aplicable no bajará de un 2,5%”. Si ves algo así, bingo: tienes cláusula suelo. A veces también lo llaman “límite a la bajada” o “suelo del interés”. En definitiva, cualquier condición que establezca un porcentaje mínimo de interés es eso mismo que estamos buscando. Si no encuentras nada claro (normal, entre tanta jerga), puedes consultar con un especialista para que te ayude a identificarla. Pero antes de correr al abogado, prueba también lo siguiente.

Comprueba tus recibos mensuales: busca “interés mínimo aplicable”

Otra forma más rápida y casera de saber si tienes suelo es fijarte en los recibos o extractos de tu hipoteca, o incluso en la banca online. Revisa en tus últimos recibos cuál es el tipo de interés que te están aplicando cada mes. Si en el recibo ves algo como interés mínimo aplicable: 3%” o similar, ¡alerta roja! Eso es prácticamente la etiqueta de la cláusula suelo.

También fíjate en la evolución: ¿Tu tipo de interés o tu cuota ha bajado notablemente en los últimos años o se ha mantenido siempre en un nivel parecido? Si desde alrededor de 2009-2010 tus cuotas no bajaron cuando el Euríbor se fue al suelo (nunca mejor dicho), es muy probable que tengas un suelo hipotecario camuflado. En resumen: si pase lo que pase con el Euríbor, tú siempre acabas pagando, por ejemplo, un 3% o 3,5% de interés, mal asunto. Seguramente es por la dichosa cláusula suelo.

En caso de duda, siempre puedes preguntar directamente en tu banco. Pero (y te lo decimos por experiencia) a veces ni ellos mismos te lo explican claramente o incluso ha habido casos en que no daban la información completa. Así que mejor confía en tu propia revisión documental.

¿Por qué se consideran abusivas las cláusulas suelo?

A ver, técnicamente una cláusula suelo podría ser legal si se pacta de forma transparente. El problema es que en la vida real muchos bancos la introdujeron de manera poco clara y sin informar bien al cliente. Ahí está la clave. En muchos casos, la cláusula se incluyó sin la información clara y comprensible que exige la ley. Es decir, no se explicó de forma transparente su impacto económico, lo que llevó a muchos hipotecados a firmar sin saber que estaban aceptando un límite a la bajada del interés.

Piensa que cuando firmas una hipoteca, te enfrentas a un montón de páginas llenas de números y jerga financiera. Pues bien, ahí en medio, escondidita entre montones de datos, aparecía la cláusula suelo disimulada. Los bancos aprovechaban que el cliente confiaba en ellos y no le explicaban con claridad que estaba aceptando un límite a la bajada de interés. En muchos casos ni se mencionaba en la oferta comercial o en las conversaciones previas. Resultado: tú creías haber conseguido un interés variable “normal y corriente”, y no sabías que tenías un suelo del 3% hasta años después, cuando el Euríbor bajó y tu cuota no.

Por eso los tribunales (desde el Tribunal Supremo español hasta el de Justicia de la UE) declararon nulas muchas de estas cláusulas. De hecho, en junio de 2025, el Tribunal Supremo español ha vuelto a pronunciarse con fuerza, validando una macrodemanda colectiva que agrupa a miles de afectados y confirma que estas cláusulas fueron impuestas sin transparencia. Esta nueva sentencia refuerza aún más el derecho a reclamar si firmaste sin entender claramente que tu hipoteca tenía un suelo. Dijeron claramente que si la cláusula suelo no se explicó de forma clara y comprensible al cliente, entonces es abusiva y no válida. Además, se considera que generan un desequilibrio importante en el contrato: el banco se blinda ante bajadas de tipos y el cliente sale perjudicado claramente. No hubo realmente posibilidad de negociación (venía impuesta “sí o sí” en la mayoría de hipotecas) ni transparencia. Vamos, un abuso en toda regla.

Así que si descubres que tienes cláusula suelo, que sepas que tienes todo el derecho del mundo a reclamar. No es que hayas hecho nada mal; fue el banco el que no jugó limpio. Estas cláusulas han sido tachadas de abusivas y por tanto puedes pedir que las eliminen y te devuelvan lo que pagaste de más. Veamos cómo hacerlo.

¿Cómo eliminar la cláusula suelo de tu hipoteca y recuperar tu dinero?

Bueno, ya sabemos que la cláusula suelo es una faena y que puedes (¡y debes!) quitarla de en medio. La buena noticia es que en 2025 hay más herramientas que nunca para hacerlo: tanto a nivel individual como a través de acciones colectivas. Entonces, ¿qué pasos puedes seguir para eliminarla y recuperar el dinero que has pagado de más? Te lo contamos. Básicamente hay dos caminos: intentar primero una negociación extrajudicial con el banco (o sea, por las buenas, sin ir a juicio) y, si eso no funciona o no te convence lo que te ofrecen, presentar una reclamación judicial (acudir a los tribunales). Lo ideal es siempre empezar por las buenas, pero estar listo para pelear si hace falta. Vamos por partes:

Negociación extrajudicial con el banco

El primer paso recomendado es reclamar directamente al banco por la vía extrajudicial, sin necesidad de acudir a juicio en esta fase. Aunque no necesitas abogado, te recomendamos asesorarte antes de aceptar cualquier propuesta, ya que a veces los bancos ofrecen acuerdos que incluyen renuncias a futuras reclamaciones. Desde 2017 en España existe un procedimiento gratuito y obligatorio para que los bancos gestionen las reclamaciones de cláusula suelo. Aunque en muchos casos este proceso se ha demostrado lento o ineficaz, a raíz de las sentencias más recientes, algunas entidades están mostrando más disposición a negociar, sobre todo si saben que puedes unirte a la macrodemanda ya validada por el Supremo.

En cristiano: tú presentas una reclamación al Servicio de Atención al Cliente de tu banco diciendo que tienes cláusula suelo, pides que te la quiten de la hipoteca y te devuelvan todo lo cobrado de más durante los años que estuvo activa. Puedes hacerlo mediante una carta o formulario que el propio banco suele facilitar. El banco está obligado a estudiar tu caso y responderte en un plazo determinado.

Aquí pueden pasar varias cosas. Escenario ideal: el banco te contesta ofreciéndote eliminar la cláusula suelo y devolverte X dinero (lo que ellos calculan que te cobraron de más, con intereses). Si la oferta te parece bien y corresponde a lo que esperabas, ¡genial! Aceptas, te quitan el suelo de la hipoteca (así en las próximas cuotas ya pagarás menos) y te ingresan la devolución en tu cuenta. Fin de la historia, victoria para ti.

Pero seamos realistas: a veces los bancos se hacen los remolones. Puede que te respondan tarde, o que te digan que no consideran procedente tu reclamación (¡manda narices!), o que te ofrezcan menos dinero del que realmente te deben. Por ejemplo, en el pasado algunos bancos solo devolvían lo cobrado de más desde 2013 en adelante (porque hubo una sentencia ese año) y no desde el inicio de la hipoteca. O te dicen “te quitamos la cláusula suelo pero no te devolvemos nada”. Mucho ojo con eso: no tienes por qué conformarte. Tienes derecho a reclamar todo lo que pagaste de más desde que se activó la cláusula, siempre que el juez declare su nulidad. En muchos casos, los tribunales han ordenado la devolución íntegra, incluso desde el inicio del contrato, pero dependerá del análisis concreto de tu caso.

Si la respuesta del banco no es satisfactoria, o pasan los meses y no te contestan, no te queda más remedio que dar el siguiente paso: acudir a la vía judicial. No te preocupes, que si llegamos a ese punto no estarás solo, ahora te explicamos.

Reclamación judicial: acudir a los tribunales

Cuando el banco no quiere soltar la pasta por las buenas, toca ir al juzgado. Sí, estamos hablando de presentar una demanda contra el banco para que un juez declare nula tu cláusula suelo y obligue al banco a devolverte tu dinero. Suena un poco intimidante eso de demandar, pero créenos: los tribunales están, en la mayoría de los casos, del lado del consumidor en este tema. De hecho, desde las famosas sentencias del Supremo y especialmente la del Tribunal de la UE en 2016, la balanza suele caer a favor del hipotecado. En definitiva: si tu cláusula no fue transparente, lo más probable es que el juez te dé la razón y el banco tenga que pagar.

Por supuesto, cada caso es único y nadie puede garantizar al 100% el resultado de un juicio. Pero las estadísticas muestran que miles de afectados han ganado estas demandas y han recuperado su dinero íntegro. Además, al declarar la cláusula nula, el juez obliga a eliminarla del contrato, así que tu hipoteca se queda ya sin suelo para siempre.

Eso sí, el proceso judicial puede ser un poco largo (varios meses o más de un año, dependiendo del juzgado) y probablemente necesites un abogado especializado que lleve el caso. Muchos despachos, como el nuestro, trabajan este tema y suelen incluir en la demanda no solo la devolución de lo cobrado de más, sino también intereses y costos (para que el banco incluso te pague los gastos de abogado si ganamos). Lo importante es que sepas que tienes esta vía y que es efectiva: si el banco no cede amistosamente, demandar es tu derecho.

En Somos RobinJud hemos visto de todo, y sabemos que a veces toca pelear un poquito, pero vale la pena cuando ves ese dinerito de vuelta en tu cuenta. Así que no tengas reparo en llegar hasta el final si hace falta.

¿Hasta cuándo puedes reclamar?

Una de las dudas más comunes es si “ya se ha pasado el plazo” para reclamar. Aquí va la clave:

  • La nulidad de la cláusula suelo no prescribe, es decir, puedes pedir que la eliminen en cualquier momento.
  • Pero la devolución del dinero sí tiene límite: dispones de 5 años desde que terminaste de pagar tu hipoteca o desde que supiste que tenías cláusula suelo para reclamar las cantidades cobradas de más.

Así que si firmaste hace mucho, pero no fue hasta hace poco que descubriste que tenías suelo… ¡aún estás a tiempo! Pero conviene actuar cuanto antes para no perder derechos.

¿Necesitas ayuda? Contacta con Somos RobinJud

¿Todo esto te parece un lío o simplemente no quieres enfrentarte tú solo al banco? No pasa nada, para eso estamos nosotros. En Somos RobinJud nos dedicamos precisamente a ayudar a personas como tú con sus reclamaciones bancarias, incluyendo cláusulas suelo, gastos hipotecarios, tarjetas abusivas y más. Somos un equipo legal cercano y profesional.

Te ofrecemos nuestra ayuda para revisar tu caso y guiarte en la devolución de la cláusula suelo de tu hipoteca. Revisamos gratis tu escritura y tus recibos, calculamos cuánto dinero te ha costado el dichoso suelo, y te asesoramos sobre la mejor estrategia para recuperar hasta el último euro. Nos encargamos de las negociaciones con el banco y, si hace falta, de la demanda judicial, para que tú no tengas que preocuparte por nada.

Hablamos en plata: queremos que recuperes tu dinero y que te libres de esa cláusula abusiva cuanto antes. Así de claro. Hemos ayudado ya a muchos hipotecados a conseguirlo, y estaremos encantados de ayudarte a ti también. Si necesitas más información o quieres que estudiemos tu caso, no dudes en contactarnos. Estamos a tu disposición para resolver tus dudas, sin compromiso. Al fin y al cabo, nosotros también odiamos estas injusticias bancarias y disfrutamos peleando del lado de los consumidores. ¡Cuenta con nosotros para recuperar lo que es tuyo!

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